El 8vo mensajero cumpliendo la Tercera Etapa

(Segunda actividad)

Mira eso, sacó a David. Lo sacó…; no le dio ni chance a arreglarse. Pasó el primero, el segundo, el tercero, el cuarto, el quinto… E Isaí dice: “Aquí está mi primero”. Samuel dice: “No, ese no es”.

Cuando ese primero, dijo: “Estoy frente al Ungido”, dice Samuel. Y Dios le dice a él: “Umk”…; se lo dijo en… - como habla Dios a los profetas: “No mires su parecer” [1 Samuel 16:1-13].

Dios no mira lo que es el externo, mira lo de adentro.

—“Ah bueno, ese no es”.

Viene el segundo…

Ahora, si te fijas, los siete estaban preparados. Porque fíjate, si Isaí hubiese dicho: “Prepárate tú (el mayor): vístete, arréglate, porque eres el primero, se supone que seas tú. Los demás no tienen que ponerse - no se enfirinfollen mucho y no se hagan de ilusiones, porque es este”. No, fíjate que él los mandó a preparar todos - a todos.

Por lo tanto, como eso representa a los siete mensajeros: a los siete mensajeros el Espíritu Santo los usó y los hizo pensar que eran ellos; o sea que tenían que estar listos, cada uno de ellos en su tiempo, en su edad.

Pero pasa uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete; y lo mismo le decía el Señor: “No mires su parecer”. Estaban en-… bueno, estaban espectaculares; la ropa mejor tenían puesta ese día, estaban algunos hasta entrenando (¡je!).

—“Y bueno, ¿no tienes otro más?”.

—“Pero ven acá, vas a venir a mi casa, vas a ungir un hombre; te muestro lo mejor, desde el primero; mira las vestimentas, mira a ellos, mira qué altura, mira qué… esos hombres son esbeltos; ¿y me estás diciendo que ninguno de esos es?”.

—“No. ¿No tienes otro por ahí?”.

—“Bueno, tengo uno, pero… ¡Ea rayos! Ahora sí aquí nos tomó por sorpresa esto, porque a él no le dijimos que se preparara”.

—“No te preocupes, tráemelo así, ¿dónde está?”.

A lo mejor no se atrevían a decirle que estaba bregando con ovejas y con ganado, y estaba lleno de… (jeje) de todo lo de la… ¡imagínate…!, de la hierba, el excremento y todo en las botas.

—“Tengo uno por allí que está pastoreando las ovejas”.

—“Tráemelo pa’ acá, porque no nos vamos a sentar a la mesa hasta que él llegue”.

De seguro él llegó allí… La cara de todos estaba… ellos todos limpios y vestidos bien nítidos; y llega este muchachito allí con un olorcito que no era bueno. De seguro estaba la comida servida y todo, y ellos perfumados; y llega este con un olor peculiar natural, de la naturaleza.

—“Bueno, vente pa’ acá; deja las botas en una esquina; y no te preocupes que así mismo, así mismo te vamos a recibir”.

¿Ve? Lo sacó de la majada; por eso Él siempre se lo recordaba, le decía: “David, acuérdate de dónde te saqué” [2 Samuel 7:8 (RVR 1909)].

Y todo eso, en este tiempo, cada vez Él me lo recuerda: [W] “Recuerda dónde tú estabas, quién eras tú”; y ahí pues la gloria de Dios siempre es dada es a Él; porque Él esperó a que apareciera ese último, pudiendo haber usado a uno de los mensajeros que estaba hasta mejor presentado que el último; y Dios usa entonces algo… lo vil, lo menospreciado; y lo usa para engrandecerse, y que sea Él el que reciba la gloria.

Por eso es que aun al final, ya en esa etapa, lo mete y lo esconde en un cuartito de madera; y ahí ya no se ve él haciendo la Obra, sino el resultado. Se sabe que es un hombre orando dentro, por los enfermos, pero más nada. No se sabe cómo lo está haciendo ni nada, sino que ven el resultado de esa Obra que está llevando ese instrumento ahí dentro.

Por eso es el último, en donde Dios está llevando a cabo y cumpliendo todo; o sea, el último de la… - de los hijos, como mensajero: el octavo.

“EL 8VO MENSAJERO CUMPLIENDO LA TERCERA ETAPA”. Esa ha sido esta plática pequeña que vinimos en el carro aquí platicando, de hoy 23, domingo 23 de marzo de este año 2025, en donde ha sido un día de victoria, en donde se han cumplido muchas profecías; y donde, de aquí en adelante, se seguirán cumpliendo profecías, y grandes milagros espirituales y físicos también aconteciendo.

Que Dios les bendiga y les guarde, y continúen pasando un día lleno de grandes bendiciones.